Esta campaña se desarrollará a lo largo de una semana, y en ella participarán agentes de Policía Local, tanto uniformados como de paisano, a lo largo de los tres turnos de servicio y en las distintas zonas del municipio.
Los controles se centrarán especialmente en la observación de que los dueños de los perros cumplan con lo exigido en materia de limpieza si los animales defecan u orinan en la vía pública, debiendo retirar los excrementos y evitar las micciones en las fachadas de edificios y mobiliario urbano.
Asimismo, en el caso de los considerados perros potencialmente peligrosos, los policías comprobarán que sus propietarios están en posesión de toda la documentación oficial que se requiere para su tenencia, así como que los animales dispongan de las medidas de seguridad especialmente exigidas para las razas que se enmarcan en este apartado.
Los vecinos que incumplan la normativa pueden ser sancionados con multas que pueden llegar hasta los 300`51 € en el caso de que sea una infracción leve, de hasta 1.502´53 € en el caso de infracciones graves y de hasta 13.522´77 € en el caso de infracciones muy graves.