Desde la Policía Local de Algete se recuerda que el objeto de este tipo de campañas no es recaudar dinero, sino concienciar a todos los conductores de la responsabilidad que se debe asumir al volante, respetando los límites de velocidad y el resto de las señales viarias, sin olvidar que, en pueblos y ciudades, los peatones son los usuarios que más fallecidos registran y la velocidad la principal causa de ellos. Además, el dinero recaudado por las multas de velocidad se invertirá en mejoras en seguridad vial como el repintado de la señalización horizontal, la creación de un parque de educación vial, cambio de señales verticales, etc.
El pasado mes de noviembre se realizó una campaña similar, que fue enfocada desde el punto de vista informativo. El resultado fue la detección de 118 infracciones, las cuales no se han tramitado como denuncias-sanciones sino con una carta informativa de aviso a los implicados para que sean conscientes del peligro que supone el exceso de velocidad (en su mayoría eran vehículos de empresa).
Desde la Policía Local de Algete se ha informado que, de esas 118 infracciones, 29 infracciones corresponden al Camino de Covicha, 38 infracciones a la Avenida de Guadalix y 51 infracciones a la Avenida Central. No se detectaron infracciones en otros puntos como Ronda de la Constitución, Camino de Malatones o Calle de la Libertad, donde también se instaló el radar de control de velocidad.
CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS DE VELOCIDAD
El cumplimiento de las normas de velocidad no solo supone una mejora de la calidad de vida en las zonas urbanas, evitando poner en peligro la vida de peatones y ciclistas, sino que supone también un importante impacto en el medio ambiente y el consumo de combustible.
En zonas urbanas, especialmente en los casos de atropello, la velocidad resulta determinante, ya que a partir de 80 kilómetros por hora es casi seguro que el atropello resulta mortal, porque es prácticamente imposible que la víctima sobreviva; mientras que a una velocidad de 30 km/h, el riesgo de muerte del peatón se reduce al 10%.
En el caso de los ocupantes del vehículo, la velocidad máxima a la que el cinturón de seguridad puede protegerlos es de 70 km/h en caso de accidentes frontales y de 50 km/h en impactos laterales.
Circular a una velocidad adecuada podría evitar, prácticamente, una cuarta parte de las muertes por accidente de tráfico y el incumplimiento de las normas de velocidad está tipificado como infracción grave o muy grave y puede suponer la pérdida de entre dos y seis puntos, en función del exceso cometido.